Resistir y
contraatacar fue el libreto del Zulia
FC.
Zulia Fútbol Club venció (0-1) a
Nacional de Potosí en el partido de ida de la primera fase de la Copa Conmebol
Sudamericana 2019
El hondureño Brayan Moya se vistió de
héroe
Es el único equipo venezolano en vencer en
los más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar del feudo potosino.
Eran las 8:00 de la noche, se podía sentir la pasión de los
aficionados bolivianos y venezolanos que esperaban a su equipo favorito, en una
de las montañas más altas de Sudamérica con una temperatura incómoda para jugar
al fútbol. A pesar de esto, comenzó el primer tiempo. El silbato sonó y los
gritos de pasión de los aficionados no se hicieron esperar. Las olas hechas por
todos. Los silbidos y los saltos de emoción. Los locales se adueñaron de la
esférica en los primeros cinco minutos del partido e iban a colocar muchos
hombres en campo de un Zulia FC que se encontró ordenado y con sus líneas
bastantes juntas, esperando alguna oportunidad para contragolpear. Ese chance
llegó, al minuto 7.
Junior Paredes, con solo 18 años jugó como si no existiera
tal altura, habilitó al espacio a un desmarque que le propuso Brayan Moya. El
hondureño se embaló al área contraria con pelota dominada, con marca encima,
pero su remate de zurda salió un poco cruzado y la pelota se fue rozando el
palo.
Fueron unos 30 minutos frenéticos, la cual la franja roja
atacaron, y mucho, por las bandas, proponiendo a rematar desde lejos y a mandar centros
al área. Los negriazules resistieron y despejaron cada pelota, optando por
contragolpear usando las cualidades de su dupla de ataque: la potencia y la
velocidad.
Cuando los bolivianos lograban pasar el muro negro y azul
en el primer tiempo, más allá de un disparo al poste, se empezaron a encontrar
con la figura de Leo Morales, quién sacó a
quemarropa un disparo de cabeza de Edson Pérez al tiro de esquina. La falta de
aire se comenzó a notar, el cual así finalizó el primer tiempo.
El milagro de Moya
El complemento arrancó al mismo compás de la primera mitad,
pero esta vez, Nacional Potosí saltó a proponer aún más, a adelantar sus
líneas, y hasta apostar dejar mano a mano a Junior Paredes y a Brayan Moya con
sus centrales. Mientras, el “petrolero” se proponía aguantar los
embistes bolivianos.
Después de una ráfaga de remates lejanos y centros colgados
del local, al minuto 62, llegó el mayor susto del partido para Zulia FC, en el
que vio estrellar dos disparos consecutivos en los postes. La fortuna, apoyada
por un juego limpio zuliana en su retaguardia, en los que no concedió faltas
cerca del área, y en los guantes de Leo Morales, jugaba una buena pasada.
La imagen del arquero de 40
años que custodiaba los tres postes negriazules
se agigantó con el pasar de los minutos; los otros 10 que defendían y atacaban
luchaban en contra de la falta de oxígeno, cansancio y frente a los 11
bolivianos; pero después de llegar al final del partido resistiendo,
persistiendo y nunca desistiendo, llegó el premio a un esfuerzo envidiable.
José Martínez, que jugó con pulmones de acero, recuperó en
campo propio y se lanzó a la contra en un 2 contra 2. Brayan Moya acompañó. Ya
casi llegando al área, el “Brujo” asistió al delantero centroamericano y este,
sin importar el frío y poco oxígeno en su cerebro, definió a placer de derecha
y mandó a guardar el 0-1 a favor de Zulia Fútbol Club en el minuto 90+3 de
partido.
Nadie lo podía creer en medio del frío boliviano, excepto
la travesía zuliana a la que no le importaron los fantasmas y ningún otro tipo
de naturaleza para ganar el partido y lograr una buena ventaja para el partido
de vuelta, a jugarse el 16 de abril en el calor de Maracaibo, en el “Pachencho”Romero.



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